La niña Carly tenía el cabello color café, los ojos azules y los labios rosados. Un día por la mañana cuando estaba durmiendo de pronto fue transportada de una manera mágica a una hermosa isla. Allí cerca de la playa donde sus pies podían sentir el agua del mar apareció de la nada un delfín que la llevo a las profundidades del mar y le enseño lo que había allá. Al principio se asustó porque pensó que se podía ahogar sin embargo el delfín le regaló un collar con el que podía respirar baja el agua sin problemas y también le dijo que una vez se lo quitara podía volver a ser un ser humano normal.
En el fondo del mar había delfines rosados, peces de muchos colores, ballenas azules, corales y las sirenas tenían colas de todos los tamaños y colores.
Allí hizo muchos amigos como la sirena Luisa Alejandra, Melanie, Porsha, Blei y Sofía, sin embargo se había demorado mucho y sus padres ya estaban muy preocupados por su ausencia por lo que les dijo que se tenia que ir pero que volvería muy pronto.
Cuando regresó a su casa les contó a todos de sus aventuras y de lo que feliz que era y cada vez que quería se ponía su collar e iba a visitara sus amigos del fondo del mar donde era muy feliz. Gracias a esto Carly se dio cuenta de la importancia que tienen los seres que viven en el mar donde vio muchos de los signos de Dios como Belleza, Humildad, Poder, Majestad entre otros.
Desde entonces siempre cuando estan en su hogar
